Aquí está otro verdadero clásico. Extrañamente este fue siempre uno de mis juegos menos favoritos (sin importar el sistema en el que lo jugara) y mi opinión aún prevalece. Quiero decir, el juego es bastante ridículo.
Eres un pequeño tipo llamado Dug y necesitas cavar (dig) (o eres Dig quien solía cavar (dug)). Tienes una bomba de agua en tus manos para defenderte contra los monstruos. La utilizas al acercarte a los monstruos y al presionar rápidamente el botón de disparo el cual los infla hasta que finalmente explotan.
¿Y de qué clase de monstruos estamos hablando? De la variedad de los que viven bajo la superficie y que necesitan ser aplastados por las rocas que cavas por ahí. Sólo recuerda, no llegas a matar al que parece dragón. Él es una especie de jefe quien escapa de un nivel al siguiente. Si le arrojas una roca, gastarás un arma perfectamente esculpida bajo tierra. Y no olvides, todos los monstruos se pueden mover milagrosamente a través del suelo sin tener que sacar la tierra fuera del camino. Esto quiere decir que podrían aparecer a tu lado, y como tu te mueves más lento que ellos, sencillamente te matarán.
Este juego fue simplemente una decepción para mi. Para matar a un monstruo puedes ya sea permanecer bajo una roca (presiona adelante al frente de esta para esperar allí) y entonces te moverás a tiempo para que la roca lo aplaste, o simplemente utilizando el inflar y explotar. Pero si el tiempo se termina, mueres. Esto se vuelve repetitivo muy pronto, así que podrías querer reconsiderar el jugarlo después de unos cuantos niveles (puedes ver en que nivel te encuentras al contar las margaritas en la esquina superior derecha).
Es un juego que está debajo de lo normal (aún cuando es uno de hace mucho), el cual prueba que no todos los clásicos son grandiosos (aunque el sonido estaba bien y los gráficos eran los estándar para la época en que fue creado).